30 agosto 2007

LA VIDA QUE COMIENZA DESPUES DE LOS 50.




De la revista Detective Nº 127, Abril 2007
Detective(R)

Acostumbrados a pasar más de 12 horas diarias en labores propias de policía, la mayoría de los detectives cuando llega el momento del retiro deben dar un giro de 360 grados a su vida. Las extenuantes jornadas laborales y los turnos en fin de semana y feriados, son reemplazados por horas de tiempo libre… sin embargo, lo que los primeros meses puede ser un alivio después se convierte en un fastidio. Los policías deben dejar de serlo para asumir un nuevo rol, pero ¿Qué hacer después del retiro?

“Yo creo que uno nace policía. Y después de tantos años en la misma institución, la que abrazaste desde tu juventud, uno no puede dejar de serlo… sigo siendo policía y probablemente, moriré siendo policía”. Al escuchar a Francisco Quiroz, prefecto (R), es fácil comprender porque después de 32 años de carrera policial es difícil para el personal desvincularse de la institución. Parece que las largas horas de trabajo y los turnos desgastadores se vuelven menos amargos con el pasar del tiempo, y lo que permanece tiene que ver con el ser parte de la Policía de Investigaciones.
Pero este apego a la institución -que pareciera acompañar la mayoría de quienes se acogen a retiro después de años de trabajo-, no sólo se vincula al plano afectivo sino también, a que “en esta institución el personal está jubilando en una etapa de producción peak, que son aproximadamente los 50 años. El grueso de la gente que se va está en el grado de subprefecto y de ahí hacia arriba. Es gente, que está en una etapa de mucha creatividad, donde alcanza su potencial de generar cosas y de producir, y que por razones de reglamentación debe irse, pero que no está preparada para hacerlo”, explica el psicólogo Sergio Eastman, quien también es subprefecto en retiro.
“Resulta traumático para un funcionario, que ha hecho de su función laboral todo su eje de vida, sobre todo en una institución como ésta que demanda mucho del compromiso, el dejar de cumplir el trabajo que ha realizado por 30 años. La gran mayoría, cuando debe irse, se encuentra con que no quiere irse; que no está preparado para desenvolverse en otro ambiente y en definitiva, no acepta la situación como viene a futuro. Ello no sólo le trae una frustración personal, sino además, ocasiona problemas sociales y con su entorno familiar. Empiezan, incluso, patologías que se van desarrollando como estados depresivos, angustiosos, frustración, problemas de autoestima, etc”, agrega el psicólogo.
Experiencia similar fue la que vivió el prefecto (R) Quiroz. Pese a que enfatiza que “estaba preparado porque había cumplido un ciclo. Sabía que la carrera duraba 30 años, todo lo demás venía por añadidura”. No disimula la nostalgia que siente de sus días de detective. “Cuando ves un caso resuelto o que hicimos tal diligencia exitosa, estoy orgulloso. Recuerdo mis días de calle, y siento estos nuevos logros como propios. Lo mismo cuando se sabe de una mala acción de un detective o alguien habla mal de Investigaciones, uno también sufre con las decepciones”, reconoce.
Es que no es fácil cambiar lo que ha sido una rutina las últimas décadas de la noche a la mañana. “De un momento a otro, el policía está en la casa. La semana anterior, salía todos los días a las 8 y regresaba a las 9 de la noche, pero de un día para otro se encuentra con que está en la casa”, sostiene el psicólogo Sergio Eastman. “Al cabo de uno o dos meses, siente que estorba. Y no sólo lo siente él, también lo percibe su entorno. Hay un personaje que habitualmente no estaba y que ahora sí está. Y que como muchas veces no tiene nada que hacer, empieza a inventar cosas que van contra la dinámica habitual del hogar”, añade.
¿Cómo enfrentarlo?
Una buena experiencia es la que vivió el prefecto (R) Antonio Cubillos, quien se retiró de la institución en enero de 2003. “Cuando uno está en servicio activo nunca se pregunta ¿qué voy a hacer después? Porque pareciera que ese día nunca va a llegar, pero llega. Y cuando pasa es como una ruptura de un cordón umbilical con una institución que lo acogió por tantos años y donde hubo mucha satisfacción, muchos logros, penas… de todo, abarca toda una vida”, recuerda el prefecto (R) Cubillos, quien actualmente se desempeña como coordinador estudiantil de la carrera de Escuela de Criminalística Forense de la Universidad Tecnológica Metropolitana, UTEM. Sin embargo, el retiro no debe ser considerado como el fin de la vida, sino como el comienzo de una nueva etapa. Por eso, la recomendación es prepararse para este proceso con años de anticipación. “Los detectives, desde nuestra experiencia, tenemos mucho que aportar, en especial a través de la criminalística”, agrega. Pero la gran barrera de entrada que enfrenta nuestro personal es que, muchas veces, no tiene el respaldo académico necesario que demanda el mercado laboral. “Lo que más nos cuesta comprender es que afuera (de Investigaciones), el mundo es diferente. Por eso, lo óptimo es pensar ya desde los 15 ó 20 años de servicio qué voy a hacer después del retiro”, asegura. No existen recetas mágicas, pero los especialistas aconsejan:
1. Apuntar hacia las potencialidades del individuo como persona y buscar el desarrollo en ese aspecto. Es decir, en el aspecto valorativo y espiritual.
2. Hacer cosas distintas a las que acostumbra y potenciar las fortalezas que se poseen.
3. Intentar una vinculación secundaria con la institución, de manera de sentirse parte. Una buena práctica es la capacitación a los Oficiales Policiales Profesionales, OPP, quienes desde este año se incorporaron a las filas de la Policía de Investigaciones.

Tuve que aprender computación porque sin conocimientos en esa área es imposible comunicarse. Hice un curso básico en la Universidad de Chile en 1998, un año después de mi retiro. Y decidí hacer otro más avanzado en el 2000”, aconseja el prefecto (R) Francisco Quiroz.


Organizaciones del personal en retiro
Actualmente existen 5 agrupaciones que congregan al personal en retiro:
• Círculo de Oficiales Generales en retiro (coficialesgenerales@yahoo.com).
• Cuerpo de Jefes Superiores en retiro (contacto@cuerpojefes-retiropich.cl).
• Cuerpo de Oficiales y Personal en retiro (circulo.operpich@gmail.com).
• Círculo de Apoyo General (R)Voluntariado
• Sociedad de socorros mutuos
Cada una de ellas realiza diferentes actividades que permiten el desarrollo de quienes la conforman, además de convertirse en una red de apoyo para situaciones de emergencia.

“Es muy rico poder compartir hoy día con otros policías que también se dedican a la docencia y hablar de temas de nuestra profesión, pero no de historias del pasado sino de cosas actuales: nuevas tecnologías, fenómenos criminales, etc”, afirma el prefecto (R) Antonio Cubillos.



Revista Detective Nº 127, abril de 2007.